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Música
El maestroBriano trae el bel canto a Los Ángeles
El maestro José Briano durante una de sus clases (Los Ángeles, CA, 26 de Julio 2003) (Fotos: Cruz del Carmen Cota) Por Ana Shavin y Jenny Kreingold, miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas En Los Ángeles, California, donde las presentaciones de la ópera de Mozart Don Giovanni se llevan a cabo con cantantes encuerados, en donde los actores de Shakespeare se encueran, de otro modo, con botas y chamarras, y en donde los actos culturales son los estrenos de películas, cuya máxima atracción es el desfile de "estrellas'' anoréxicas tambaleándose sobre tacones estrafalarios en la llamada alfombra roja (hecha en China) de Hollywood, la campaña presidencial de Lyndon LaRouche dio un golpe cultural extraordinario. Uno de los más eminentes doctores del bel canto, el maestro mexicano José Briano, realizó un intenso y exhaustivo trabajo para desarrollar la belleza natural que todos tenemos, y no hablamos de cueros, sino de la voz humana. El maestro Briano, amigo del otro "maestro'', el precandidato presidencial demócrata Lyndon LaRouche, da clases de canto en México, D.F., y vino a Los Ángeles a fines de julio para trabajar con los miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) por cuatro intensos días y entrenarlos en la técnica del bel canto. Aunque parezca increíble, el "canto bello'' brilla por su ausencia en la mayoría de los conservatorios de música de los Estados Unidos. Pero, según LaRouche, es la única forma racional de cantar, y por eso invitamos al maestro Briano a compartir su inigualable talento y pasión por la música con más de 60 activistas políticos y amigos de LaRouche en Los Ángeles. El maestro Briano dio clases individuales y de grupo a jóvenes que iban desde principiantes, hasta más o menos avanzados. Las clases estaban compuestas por grupos de 10 o 12 jóvenes, y cada lección duraba tres horas, en las que los estudiantes podían observar y participar. Su objetivo era impartir los rudimentos del canto a través de ejercicios vocales, y contestando las preguntas surgidas en el proceso, pero con un alcance mucho más profundo.
Primero, en la mente El método del maestro Briano es completamente provocador. Cada vez que los ávidos alumnos de la "generación X'' le preguntábamos "cómo hacer vibrar la voz'', o "cómo emitir un sonido'', nos obligaba primero a crear una imagen en nuestra mente acerca de lo que queríamos alcanzar, y seguido, a través de un trabajo concentrado, el sonido simplemente salía de nosotros. Nos desafió a producir sonidos de la forma más "bella'' posible, y nos decía sin rodeos cuando el sonido producido era desagradable. La mente, dice Briano, es muy poderosa, y le ordena al cuerpo lo que quiere de él. Por tanto, uno debe conocer lo bello primero, o tener una idea de ello, para poder crearlo. En lugar de la mentira popular de que la belleza es un accidente mágico y externo que sólo unos cuantos pueden poseer, la belleza se convierte en una idea que subsume lo físico y que es universal. El maestro Briano enfrenta este axioma de la "belleza genética accidental'' y utiliza la metáfora de que "los campeones no nacen, sino que tienen que trabajar arduamente en el gimnasio para desarrollar sus capacidades innatas''. Él entrena la voz técnicamente, al tiempo que le permite adecuarse a la cualidad de la idea en la mente. Este es un principio que el MJL demuestra en la práctica: las ideas son accesibles a cualquiera que se esfuerce por alcanzarlas, independientemente de sus antecedentes personales.
La paciencia del maestro fue reconfortante, y es claro que la misión de su vida es producir belleza. Como resultado del trabajo del maestro Briano, muchos jóvenes que rechazaban la idea de cantar se encuentran ahora entusiasmados tratando de "descubrir su propia voz''. Todo ser humano está dotado con las mismas características fisiológicas que los otros, es decir, cuerdas vocales y demás, pero el desarrollo de la voz cantante depende del proceso social en que se encuentre. Lo que entusiasma a los jóvenes es la idea de que cada voz es como una huella digital, única en el mundo, que nadie más comparte. De modo que el desarrollo de la voz te permite comunicar ideas de un modo más profundo que al hablar. Así, la maestría del método del bel canto de Briano, así como su extraordinaria capacidad de enseñanza, aunadas al liderato incansable de LaRouche, es lo que nos inspira a llevar a cada persona a descubrir su capacidad singular de crear belleza, capacitándolos con esto para hacer y cambiar la historia.
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